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El nuevo espacio civilizador es un espacio invisible de conocimiento, saberes potenciales de pensamiento del que brotan y se transforman en cualidades del ser, nuevas maneras de construir la sociedad, espacio cualitativo, dinámico, vivo de la humanidad en vías de auto inventar, produciendo su mundo (Lévy, 1999). Esto  significa que la sociedad está avanzando y sus relaciones se están complejizando a niveles de llevar a interacciones en espacios incorpóreos y abstractos. Los cuales traen consigo  retos con las nuevas concepciones de comunicación que se desplazan a todas las esferas de interacción humana, dando campo a un estudio desde la escuela, esta como base de los nuevos agentes de esta sociedad que se enfoca en la solidaridad, en encontrar y desarrollar las potencialidades de los estudiantes a través de la comunicación asertiva en los nuevos contextos cibernéticos.

 Estos nuevos retos, se enfilan en la interactividad que se desarrolla en estos espacios no materiales que las diferentes redes generan; el docente se enfrenta a un reto de aplicar diferentes estrategias y herramientas pero también hacer que el estudiante interactúe con todo esto, sus compañeros, las temáticas y el mismo docente.

La inteligencia colectiva entonces se establece desde la construcción de diferentes personas y su interacción que negocia con las ideas nuevas y las previas, que busca nuevo conocimiento, que discute, valora, crea y enseña en el proceso; todo esto dinamizado ya sea por docentes o por comunidades que se unen hacia un mismo fin. Este proceso se desarrolla en espacios como las redes sociales o plataformas de aprendizaje virtual que combinan todas esas habilidades tecnológicas de los estudiantes.

La cibercultura desde su relación con la inteligencia colectiva

Primero debemos comprender la tecnología definida como  algo “artefactual” sin conexión social; pero al ir  más allá podemos observar como las sociedades plasman sus intereses en los productos tecnológicos, creando intereses económicos, políticos y sociales que dan sentido a estos elementos. "Lejos de ser neutrales, nuestras tecnologías dan un contenido real al espacio de vida en que son aplicadas, incrementando ciertos fines, negando e incluso destruyendo otros" (Winner, 1977: 38).

Analizar la  inteligencia colectiva tiene  valor desde las contribuciones de la didáctica relacionadas con el aprendizaje en espacios reales y virtuales que se mezclan para crear conocimiento en redes; las cuales apoyan el proceso de enseñanza aprendizaje en la actual sociedad de la información.

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